Existe una negociación silenciosa en el día día de la vida del hogar, que resulta ajena y distante a las actividades de los administradores educativos. Todos los padres de familia que tenemos hijos adolescentes mientras va transcurriendo su infancia y su crecimiento, vamos construyendo con ellos, unas negociaciones y expectativas frente los significados de la responsabilidad, el trabajo, el sentido de ser una persona que asume sus consecuencias etc.. Este proceso es relativamente lento y no se observan cambios de un día para otro.
El sistema educativo por su lado ha elegido una metodología por cortes de tiempo para hacer la observación de las mediciones existentes en este proceso, bajo la óptica de la metodología de las calificaciones. En términos prácticos, resulta una mirada de lo mismo desde diferentes perspectivas. Desde el colegio, el docente asigna una serie de "tareas" que resultan ser procesos que están mediados por el sentido de la responsabilidad, el trabajo, la conciencia de aprender, y finalmente la posibilidad de responder en forma personal a las actividades que siendo ejecutadas con buen criterio, retornan la información que el docente espera para constatar la eficacia de su trabajo. El producto de esta actividad permitirá identificar el aprendizaje adquirido, el resultado de una parte del proceso que espera tenga un buen final por el retorno de un producto que ayuda a continuar el proceso de aprendizaje planeado por el profesor.
La presencia y la calidad de estos resultados, son medidos y ponderados por el criterio personal del docente y de esa forma puede asignar "una nota" correspondiente a la eficacia de dicho resultado. Por otro lado los padres de familia observamos de manera silenciosa el manejo del tiempo, la disponibilidad de la información en el cuaderno de “notas de la clase”, el acceso a la literatura utilizando los textos guía, la actividad disciplinada para dedicar un tiempo de trabajo ha dicho retorno. El vocablo que identifica estas acciones las expresamos con cierto nivel de satisfacción “nuestro hijo está estudiando”
Lo curioso de estas dos miradas que parecen ser las dos caras de la misma moneda. De un lado es el conjunto de un repertorio existencial del alumno en vida académica. Son dos versiones de lo mismo. Por el lado del colegio es el repertorio existencial de las responsabilidades del hijo desde el hogar “que están pensando en mi casa”. Es de esperarse que la lectura de estas dos miradas sea relativamente similar, pero en la práctica la mediación y el manejo simbólico del "alumno hijo" tiene un repertorio de respuestas diferentes según el interesado.
Cuando hablamos de la calidad en la educación, nos estamos refiriendo a un marco simbólico que tiene diferentes lecturas provocadas por el proceso de comunicación que en la mayoría de los casos está mediado por la interpretación que hace el alumno respecto del hogar o el hijo respecto del colegio. Esta dualidad de relación existe porque no hay al mismo tiempo un canal de verificación que permita vincular la versión institucional entre el hogar y el colegio o porque no existe el apoyo instrumental entre el profesor y el padre de familia. Como auditor del sistema de calidad, puedo constatar que esta mediación no permite identificar la "evidencia objetiva" que permita generar el más mínimo nivel de satisfacción de los requerimientos al procedimiento evaluativo, porque los directamente interesados de colocar la nota como requerimiento del sistema académico de un lado; como del lector de la nota como parte directamente interesada como lo es el responsable de la inversión y la adquisición del servicio educativo, no hablan el mismo lenguaje, no se comunican de manera efectiva y por tanto siempre existirá una mediación sesgada; porque dicha información está mediada por la interpretación del estudiante o del hijo según el flujo de información por donde se inicie la observación.
Esto es, el criterio de la evaluación que tiene un gran componente subjetivo sólo es evidenciado después de haber terminado el proceso "instrucción =>aprendizaje". Los padres de familia esperamos no encontrar sorpresas cada dos meses para verificar y constatar la información transmitida a cuentagotas. Si es necesario hacer correctivos a una no conformidad "materia perdida" el plan de mejoramiento tiene dos versiones en su planteamiento: la versión del hogar que no tiene el más mínimo vínculo con los procesos internos de la gestión de la calidad del colegio, aunque tengas certificación de norma, no incorpora acciones correctivas eficaces que puedan ser diferenciadas por el docente.
El plan de mejoramiento del colegio, podrá incidir en variables y en indicadores de control para hacer la corrección de la no conformidad, pero las actividades que de aquí se desprenden no involucran en sus recursos las acciones y las responsabilidades que en el mundo del hogar puedan ayudar a lograr el mejoramiento o actuar sobre las acciones correctivas planeadas. En términos estrictamente de la calidad, la capacidad de intervención para un plan de mejoramiento no podrá garantizar sino el 50% de las actividades de control, de las acciones correctivas y un plan de mejoramiento solamente es conocido por el 50% de los actores, si es que se formula.
Para evidenciar la eficacia de las acciones correctivas, finalmente se puede evidenciar dos planes de mejoramiento distintos con estrategias totalmente distintas y esperar que la coincidencia será más bien "un acto milagroso" que una acción efectiva y eficaz de un sistema de calidad.
Finalmente regresamos a nuestro punto de partida. Lo que hay que hacer está interpretado por un marco simbólico individual que resulta ser la lectura final y acomodada a su propio mundo imaginario que son las conclusiones construidas y adecuadas a sus propios criterios de satisfacción “del alumno o del hijo”, y sentarnos esperar dos meses para ver cómo somos sorprendidos los padres al hacer la próxima lectura de las calificaciones.
He querido escribir estas reflexiones con un colega que es auditor de Norma ISO 9000, igual que yo y él ha podido resolver esta problemática gracias a un producto que el colegio le hizo comprar para superar esta limitación; funciona en Medellín y su dirección es www.scoolweb.com donde puede intervenir y apoyar las estrategias de mejoramiento que los docentes quieren hacer con sus dos hijos.
Finalmente como conclusión existe la tecnología que permite generar un diálogo permanente por nuestros propios intereses como es el desarrollo del talento del potencial de nuestros hijos, acompañado por la intencionalidad y la gestión de un equipo de líderes educativos que quieren impactar de manera directa la calidad de la educación. Mientras no tengamos la injerencia en el control de los procesos este diálogo de sordos estará administrado "por unos monstruos manipuladores" que es visto por una doble personalidad "la teoría del hijo y la teoría del alumno". Con el perdón de los contadores en el mundo de los negocios, cuando se solicita un informe financiero la pregunta obligada es: para quienes el informe “para el banco? o para la administración de impuestos”.