lunes, 19 de octubre de 2009

Lo abierto como nueva categoría

Los antecedentes históricos del invento de la “escolaridad” desde el Jardín de infantes, hasta el post Grado de expertos, están inscritos en el escenario de lo académico que tiene según los sabidos en la materia unos 600 años. Es un ciclo suficientemente amplio en los cuales han ocurrido dos escenarios o momentos que tienen un impacto duradero. El primero, cambiar más de 1000 años de tradición en la forma de mantener, acumular y administrar el conocimiento que involucraba una dualidad de oficios entre el escribano y el sabio y el almacenamiento de los escrito y lo sabido o conocido y pertinentemente útil. Me refiero a la imprenta.

El segundo evento es el descubrimiento de “el individuo” como ente con autonomía en sus funciones volitivas, cognitivas y de discernimiento a partir del racionalismo, el iluminismo y el cartesianismo que dan fundamento al pensamiento científico. Para no alargar la historia Gutenberg y las ideologías protestantes, el existencialismo Nitcheniano

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y muchos otros que abren escenarios que desacomodan los procesos de conocimiento y la relación del hombre frente al “SABER SER EN EL MUNDO” con Heidegger y muchos pensadores más. Me refiero al pensamiento racionalista.

La enseñanza y la didáctica son el método de entrega de conocimiento que instaura formas de dependencia y es asumido de manera institucional por lo que denominamos la academia. El invento de “la escuela” es una solución de economía de tiempo, transferencia, distribución, entrega, etc., de “versiones de conocimiento” apropiada por los docentes en la construcción de los nuevos ciudadanos para inscribirse en un Status Quo imperante. El discurso pedagógico toma sentido y se construye como un arte – no soporta el estatuto epistemológico de ciencia - que facilita y propone modo, oportunidad y forma de entregar o disponer el conocimiento en el escenario de “Un salón de clase”. Debemos agradecer a los pedagogos por sus aportes, a sus escuelas por las luces propuestas al modo y forma de enseñar. Lo cual imprime condiciones de dependencia, por autoridad, disciplina y dominios apropiados por el docente. Además de otras condiciones ideológicas que no quiero tratar en el artículo.

El aprendizaje, las corrientes y escuelas Psicológicas y sociológicas, lo simbólico, lo cultural y lo tecnológico intervienen en los aprendizajes y es lo que en la práctica ocurre en el elnr09. Es una bella oportunidad y es menester debatir en su escenario la “Categoría de lo abierto” pues no tiene un cimiento pedagógico clásico, como lo plantea nuestro colega Leonel http://cursoabiertoelearningelrn09.blogspot.com/2009/10/cimiento-pedagogico-del-elrn09-iv.html. Entiendo desde mi óptica particular que la pretensión de Diego, no es enseñar en términos estrictos, sino que abordemos el reto de aprender, con los recursos propuestos, además de los posibles, para construir una parcela de saberes que nos permita aproximarnos al concepto general de e-learning. Asumir la conciencia del proceso de “sabernos seres que sabemos” que podemos aprender y diferenciar, debatir, colaborar, dialogar. Percibo que es menester una nueva ética y nueva moral que nos aleje del engaño que es una posibilidad de la apropiación del saber como bien lo plantea Edgar Morán. La invitación es sentirnos frente a la experiencia de aprender sobre e-learning. Que es bien distinta a la presencia de la posibilidad de que nos enseñen que es e-learning. Quiero decir que hay que diferenciar entre aprender y enseñar y que son conceptos que no van juntos porque son procesos distintos. La pedagogía clásica los quiere juntar a toda costa y soy de la corriente que cree que deben estas siempre muy separados

La conciencia del proceso y la presencia ante el proceso son dos momentos muy distintos, por cuanto la posibilidad de “saber que podemos saber” como ofrece una experiencia autónoma, se propone un camino, unas posibilidades de encuentros y conversaciones, de recursos y diálogos. Ello genera una posibilidad de asumir el proceso de aprender como un acto de libertad y se supera una condición de dependencia al ámbito exclusivo de quien enseña. Lo académico propiamente dicho en términos tradicionales –hasta el momento- es un acto limitado de una propuesta definida por el alcance de los conocimientos del “Profesor del curso” lo cual es lo que se ve superado en “lo abierto”. El alcance es una negociación totalmente holística a partir de las nuevas condiciones de actividades de aprendizaje que son modeladas por descubrimiento y búsquedas y que el soporte a las actividades no se definen por lo que hay que enseñar sino por las posibilidades de aprender. Son acciones de aprendizaje que se dan aleatorias, selectivas, motivadas y asumidas por la subjetividad de quien quiere aprender. El curso es más una concurrencia de subjetividades en las elecciones de aprendizaje que un direccionamiento de enseñanza. No olvidemos muchos años de condicionamiento, adoctrinamiento o domesticación etc., -escojan la acepción menos incomoda- sobre la cual nuestros procesos mentales están habituados.

Lo amplio de las fuentes y la selección de los elementos, dan una dimensión poco regulable y creo que de eso se trata. La cibernética de segundo orden apoya esta nueva forma de proponer los procesos sistémicos de aprendizaje. Lo digo de buena fe sin ánimo dogmatizante que hay un agotamiento del pensamiento pedagógico y como lo planteo al inicio es necesario dar cabida a nuevas reflexiones de “Lo abierto como nueva categoría”. ¿Cómo podemos seguir construyendo conocimiento desde nuestras propias limitaciones personales? ¿Qué validez de engaño o certeza nos permite entregar nuestras particulares formas de saber lo que sabemos? Son más las preguntas. Los invito a que pensemos en el nuevo rol de ser facilitadores de actos de libertad de nuestros alumnos. ¿Qué posturas y teorías de “Lo que somos” debemos poner a disposición de quienes se puedan aprovechar de nosotros para aprender?

sábado, 10 de octubre de 2009

Reflexiones sobre los objetos de aprendizaje y una de las teorías de la calidad

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Los nuevos escenarios de los cursos abiertos y la utilización de las tecnologías de comunicación hacia fuera del "campus universitario" son los pasos iniciales que vislumbran la inclusión en nuevos paradigmas, por cuanto se empieza a reconocer "las fisuras ideológicas" que implican la presencia en la Universidad de la cibernética educativa. El hecho de traspasar las fronteras internas de la Universidad y estar dentro del aula de clase, implica de suyo una concepción económica e histórica. Es una situación formalizada que se reconoce como "estar matriculado". De alguna manera la virtualidad antes de la existencia de las tecnologías de la Internet, era una solicitud en algunos casos formales y en otras no, a partir de un convenio personalizado entre el docente y el alumno o un convenio entre la institución y el alumno, para asistir a clase sin la validación de las estructuras de evaluación. Tener o no tener la evaluación o la calificación del curso, era la condición legal sin la cual, se daba la existencia de la presencia virtual "como un asistente al curso" o un participante del curso, al cual se le otorgaba el derecho o no de adquirir "una nota". Esto era como una arqueología de estar y no estar. Entre la polaridad de ser y no ser como algunos conciben lo virtual.

Hace unos 10 años antes, no existía la conceptualización de los “objetos de aprendizaje”. Una de las acepciones que ahora existen en el entorno, pudiera ser asimilada como el aporte que recibe un estudiante en el proceso presencial de escuchar al docente "dictar una clase". Esta relación cara a cara estaba determinada por un acuerdo previo. La relación que subyacía por una dualidad de oportunidades que oscilaban entre la libertad de cátedra y el silencio docente -como algunas veces lo hice- y los vínculos económicos como los derechos de matrícula o el pago del curso, o cuando su condición era de un tratamiento especial en los procesos de iniciación de los cursos y de los periodos académicos. Pienso que los objetos de aprendizaje son todavía un caleidoscopio de opiniones como ejercicios de parcelación desde algunas teorías pedagógicas del saber.

En estos términos por definición, el acceso a los objetos de aprendizaje se daba por la relación misma de ser un testigo de excepción frente al discurso del docente. La definición de este problema preliminar se atenía a una relación jurídica, una dualidad de coexistencias de naturalezas jurídicas, entre el estudiante y la Universidad porque el vínculo que existía entre la Universidad y el docente era de naturaleza contractual “laboral” mientras que la otra relación era de naturaleza "académica". Lo que quiero significar, es que la convivencia de estas dos naturalezas de contratación, le dan la definición a la arquitectura de aprendizaje en términos contractuales, que tiene como un común denominador los procesos económicos subyacentes que son perceptibles, bajo un enfoque de economía política, lo cual le da un componente profundamente ideológico a la construcción de esta relación.

Cuando se quiere hablar de la calidad incluida en los “objetos de aprendizaje”, se me viene a la mente el principio de la calidad subjetiva. No existe la menor duda en términos de ingeniería de la software y la definición de la estructura de datos que describen requerimientos de uso o tipo, definición, contenidos etc.., para darle rehusó a los objetos de aprendizaje a partir de los estándares LMS LD y los lenguajes XML, para ser utilizado en otras plataformas. Bajo esta óptica ingenieril, existe “una calidad de los objetos de aprendizaje”. Otro resultado de la calidad, se da en cuanto la utilidad de un conjunto de “objetos de aprendizaje” que aplica o no, a un diseño curricular particular, cuyas especificaciones puede ser tan próximas en algunos casos, además de pertinentes o improcedentes para la formación de un profesional específico. La calidad puede ser subjetiva y quiero citar dos ejemplos que ilustran esta concepción. Existe el comentario sobre los autos modernos que tiene muy poca calidad porque sus latas ya no son tan gruesas y tienen una gran cantidad de componentes plásticos. Este argumento adquiere sentido cuando hace unos años unas latas gruesas protegía a los conductores en caso de accidentes, pero los carros no fueron diseñados para ser chocados, esto significa que quien compara la calidad de los carros antiguos con latas gruesas, no ve la calidad de los vehículos modernos con latas más delgadas y componentes plásticos cuya especificidad y características de calidad, son el bajo consumo de combustible y las seguridades que poseen los vehículos en las tecnologías de frenos, cinturones de seguridad etc.. Esta es una discusión circular, porque no podrá haber acuerdo entre la calidad que juzga una persona de los vehículos hace 20 años con la calidad que percibe una persona actualmente con los nuevos vehículos más económicos y pequeños.

Si los objetos de conocimiento tuviesen las características de mercancía, otra sería la realidad sobre su consumo, utilidad y aplicación. Si aplicamos la metodología de la economía política con su valor de cambio y valor de uso, estaríamos posiblemente construyendo una nueva herejía de tamaño mayúsculo. Si los objetos de conocimiento pudieran ser tratados de la misma manera como las canciones que se clasifican por autor, ritmo, estilo, gustos, contextos etc, en distintos formatos como MP3. Wav etc, con una alta tasa de uso y muchas plataformas disponibles para ser usados y accesados con conexiones P2P la posibilidad de la construcción del conocimiento humano estaría en otras dimensiones.

La reflexión pretende indicar, que hay otros escenarios de debate y depuración que incluye lo ideológico, lo económico y lo histórico pero es menester asumir otro paradigma de análisis para validar y reconocer la importancia de la construcción de los objetos de aprendizaje, sin la mediación tradicional de la institucionalidad académica. Queda también por debatir, la teoría de la granularidad del conocimiento como una característica de calidad de las teorías de enseñanza que perciben su construcción como árboles y nodos, desconociendo el proceso electivo y de motivación de quien quiere mejorar y optimizar el acceso al conocimiento. No tenemos evidencia que permite inferir que una propuesta curricular sea el resultado de un diseño de fractales temáticos de disciplinas sugeridas por un equipo académico. La yusta posición temática de la teoría curricular no se aproxima a los procesos reales de aprendizaje. Una teoría de la complejidad y el enfoque por competencias es un discurso más atinado[1].

Las propuestas curriculares obedecen más a una categoría de mercados que pretenden llenar espacios laborales y ocupacionales, permitiendo que el sistema académico sea viable en términos de oferta y demanda de futuros profesionales. Es una lógica distinta a la construcción del conocimiento que todavía no se aproxima a los escenarios de análisis que pudieran ser de gran utilidad para la construcción y generación de objetos de aprendizaje.

Finalmente creo que es pertinente mirar los posibles escenarios paradigmáticos en los cuales sea posible la reutilización de los objetos de aprendizaje porque pienso que no sean del todo inútiles, pero es apenas un intento de construcción que todavía no tienen clara la finalidad o de un trabajo de escatología pedagógica tradicional. Es menester promover reflexiones que permitan su utilización en aras de la competitividad de un país. Todavía hay un síndrome que no deslinda del invento de Gutenberg aplicándolo a la informática para su utilización académica.

Con todo respeto creo que hace falta construir nuevas miradas de esta complejidad, compuesta por esfuerzos bien intencionados pero circunscritas a modelos institucionales pertenecientes a otros momentos de la historia.

A partir de las reflexiones creadas por la lectura del documento "objetos de aprendizaje: cuatro años después" de Diego Leal, me pareció pertinente rendir cuentas con mi propia percepción de esta temática que puede dar origen a una polémica mayor en los círculos académicos. http://www.scribd.com/doc/20576873/DiegoLeal-OA4AnosDespues?autodown=pdf

[1] Sergio Tobón Formación Basada en Competencias ECOE Ediciones ISBN 958-648-419-X

sábado, 26 de septiembre de 2009

MIS CALIFICACIONES

Existe una negociación silenciosa en el día día de la vida del hogar, que resulta ajena y distante a las actividades de los administradores educativos. Todos los padres de familia que tenemos hijos adolescentes mientras va transcurriendo su infancia y su crecimiento, vamos construyendo con ellos, unas negociaciones y expectativas frente los significados de la responsabilidad, el trabajo, el sentido de ser una persona que asume sus consecuencias etc.. Este proceso es relativamente lento y no se observan cambios de un día para otro.

El sistema educativo por su lado ha elegido una metodología por cortes de tiempo para hacer la observación de las mediciones existentes en este proceso, bajo la óptica de la metodología de las calificaciones. En términos prácticos, resulta una mirada de lo mismo desde diferentes perspectivas. Desde el colegio, el docente asigna una serie de "tareas" que resultan ser procesos que están mediados por el sentido de la responsabilidad, el trabajo, la conciencia de aprender, y finalmente la posibilidad de responder en forma personal a las actividades que siendo ejecutadas con buen criterio, retornan la información que el docente espera para constatar la eficacia de su trabajo. El producto de esta actividad permitirá identificar el aprendizaje adquirido, el resultado de una parte del proceso que espera tenga un buen final por el retorno de un producto que ayuda a continuar el proceso de aprendizaje planeado por el profesor.

La presencia y la calidad de estos resultados, son medidos y ponderados por el criterio personal del docente y de esa forma puede asignar "una nota" correspondiente a la eficacia de dicho resultado. Por otro lado los padres de familia observamos de manera silenciosa el manejo del tiempo, la disponibilidad de la información en el cuaderno de “notas de la clase”, el acceso a la literatura utilizando los textos guía, la actividad disciplinada para dedicar un tiempo de trabajo ha dicho retorno. El vocablo que identifica estas acciones las expresamos con cierto nivel de satisfacción “nuestro hijo está estudiando”

Lo curioso de estas dos miradas que parecen ser las dos caras de la misma moneda. De un lado es el conjunto de un repertorio existencial del alumno en vida académica. Son dos versiones de lo mismo. Por el lado del colegio es el repertorio existencial de las responsabilidades del hijo desde el hogar “que están pensando en mi casa”. Es de esperarse que la lectura de estas dos miradas sea relativamente similar, pero en la práctica la mediación y el manejo simbólico del "alumno hijo" tiene un repertorio de respuestas diferentes según el interesado.

Cuando hablamos de la calidad en la educación, nos estamos refiriendo a un marco simbólico que tiene diferentes lecturas provocadas por el proceso de comunicación que en la mayoría de los casos está mediado por la interpretación que hace el alumno respecto del hogar o el hijo respecto del colegio. Esta dualidad de relación existe porque no hay al mismo tiempo un canal de verificación que permita vincular la versión institucional entre el hogar y el colegio o porque no existe el apoyo instrumental entre el profesor y el padre de familia. Como auditor del sistema de calidad, puedo constatar que esta mediación no permite identificar la "evidencia objetiva" que permita generar el más mínimo nivel de satisfacción de los requerimientos al procedimiento evaluativo, porque los directamente interesados de colocar la nota como requerimiento del sistema académico de un lado; como del lector de la nota como parte directamente interesada como lo es el responsable de la inversión y la adquisición del servicio educativo, no hablan el mismo lenguaje, no se comunican de manera efectiva y por tanto siempre existirá una mediación sesgada; porque dicha información está mediada por la interpretación del estudiante o del hijo según el flujo de información por donde se inicie la observación.

Esto es, el criterio de la evaluación que tiene un gran componente subjetivo sólo es evidenciado después de haber terminado el proceso "instrucción =>aprendizaje". Los padres de familia esperamos no encontrar sorpresas cada dos meses para verificar y constatar la información transmitida a cuentagotas. Si es necesario hacer correctivos a una no conformidad "materia perdida" el plan de mejoramiento tiene dos versiones en su planteamiento: la versión del hogar que no tiene el más mínimo vínculo con los procesos internos de la gestión de la calidad del colegio, aunque tengas certificación de norma, no incorpora acciones correctivas eficaces que puedan ser diferenciadas por el docente.

El plan de mejoramiento del colegio, podrá incidir en variables y en indicadores de control para hacer la corrección de la no conformidad, pero las actividades que de aquí se desprenden no involucran en sus recursos las acciones y las responsabilidades que en el mundo del hogar puedan ayudar a lograr el mejoramiento o actuar sobre las acciones correctivas planeadas. En términos estrictamente de la calidad, la capacidad de intervención para un plan de mejoramiento no podrá garantizar sino el 50% de las actividades de control, de las acciones correctivas y un plan de mejoramiento solamente es conocido por el 50% de los actores, si es que se formula.

Para evidenciar la eficacia de las acciones correctivas, finalmente se puede evidenciar dos planes de mejoramiento distintos con estrategias totalmente distintas y esperar que la coincidencia será más bien "un acto milagroso" que una acción efectiva y eficaz de un sistema de calidad.

Finalmente regresamos a nuestro punto de partida. Lo que hay que hacer está interpretado por un marco simbólico individual que resulta ser la lectura final y acomodada a su propio mundo imaginario que son las conclusiones construidas y adecuadas a sus propios criterios de satisfacción “del alumno o del hijo”, y sentarnos esperar dos meses para ver cómo somos sorprendidos los padres al hacer la próxima lectura de las calificaciones.

He querido escribir estas reflexiones con un colega que es auditor de Norma ISO 9000,  igual que yo y él ha podido resolver esta problemática gracias a un producto que el colegio le hizo coLecturas4mprar para superar esta limitación; funciona en Medellín y su dirección es www.scoolweb.com donde puede intervenir y apoyar las estrategias de mejoramiento que los docentes quieren hacer con sus dos hijos.

Finalmente como conclusión existe la tecnología que permite generar un diálogo permanente por nuestros propios intereses como es el desarrollo del talento del potencial de nuestros hijos, acompañado por la intencionalidad y la gestión de un equipo de líderes educativos que quieren impactar de manera directa la calidad de la educación. Mientras no tengamos la injerencia en el control de los procesos este diálogo de sordos estará administrado "por unos monstruos manipuladores" que es visto por una doble personalidad "la teoría del hijo y la teoría del alumno". Con el perdón de los contadores en el mundo de los negocios, cuando se solicita un informe financiero la pregunta obligada es: para quienes el informe “para el banco? o para la administración de impuestos”.

lunes, 31 de agosto de 2009

El gran caldero

Para contar una reciente historia de los procesos modernos relacionados con las nuevas tecnologías, hago referencia a unas lecturas que han podido sistematizar el desarrollo en los siguientes términos.
Descubierto en la década de los años 60 la gran potencialidad de los sistemas informáticos, se desarrollo una evolución que lleva a los grandes equipos producto de este desarrollo, se crearon los conocidos largos sistemas o grandes máquinas. Ellos podían atender a muchísimas estaciones y varios programas simultáneos, pero solamente tenían unos pocos programas o lenguajes para su utilización; siendo este elemento el factor limitante de la gran tecnología. Superando estas limitaciones aparecen las redes de conexión donde la información y el conocimiento aparecía distribuido y así esta evolución impuso sistemas individualizados altamente conectados.
Esta evolución se tomó unos 40 años y ahora hablamos de grandes redes distribuidas de muchos puntos que tiene acceso a una multiplicidad de conocimientos, tecnologías e informaciones. De manera similar el sistema educativo ha creado por asuntos estrictamente económicos de espacio, de tiempo, de distribución, de conocimiento etc juntar entre 25 y 40 alumnos en un solo espacio llamado "salón de clase" en el cual aún ahora específica y en un espacio específico como compartimientos de tiempo y de conocimientos ha atomizando la difusión del saber, impidiendo una visión holística del saber. Esto tiene como resultado la fragmentación de la información a tal punto que los alumnos no tienen una visión global de la realidad, del mundo y de sus interacciones.

Algunos autores han dado el nombre a este proceso como la "escuela un informe". En la cual el resultado es una misma presentación para todos, una misma estrategia instrucciones para todos, con el mismo tiempo para todos y la misma información para todos etc. La pretendida eficiencia se alcanza pero sacrifica la individualidad, desconociendo el principio fundamental que explica que la naturaleza nos ha creado como organismos con capacidad para aprender. mientras el sistema se empeña en enseñar. Es en esencia la expresión de la individualidad y la singularidad de cada persona cuando reconoce e identifica su realidad, su entorno, su contexto existencial en contraposición a la propuesta del "gran caldero" que es el salón de clase. En el corto plazo no se ve una respuesta a la pregunta ¿“Si cada uno aprende distinto porqué nos enseñan igual”?

Es evidente un gran interés de las instituciones educativas modernas en la incorporación de procesos de calidad, entre los cuales se encuentra la normalización bajo los estándares ISO9000. Este proceso ha impactado la dirección, y la administración escolar. Pero ¿cuánto ha mejorado el proceso de aprender a conocer?. ¿Cuánto ha posibilitado el mejoramiento en aprender a Hacer?. ¿Cuánto ha desarrollado el proceso de aprender a vivir y convivir con los demás? Y otras preguntas que pudiéramos identificar.  La articulaciónVision-del-mundon de la individualidad como esencia del proceso de aprendizaje, por cuanto es evidente que cada uno de nosotros tenemos un ritmo diferente, unas motivaciones diferentes, unas habilidades diferente y muchos otros elementos que nos hacen seres únicos en el mundo. Es importante iniciar una mirada que permita modificar la intencionalidad y la intensidad de "el gran caldero" que es la escuela uniforme. Para los administradores educativos debe ser inquietante la forma de cómo hacer evidente la calidad en el sistema educativo. ¿Como hacer evidente que se está haciendo de los hijos de cada familia, seres más autónomos y más capaces de construir nuevas opciones de aprendizaje individual.?

Particularmente me abruma la expresión cuando mi hija expresa con absoluta certeza "papi tu no sabes... es como dice la profe..." Percibo que ella excluye cualquier opción diferente, porque adicionalmente será evaluada con un único método, una única manera de percibir lo correcto y con una única forma de conceptualizar lo aprendido. Todavía existe una gran dispersión de opiniones frente al concepto del cliente interno en la teoría de la calidad y la satisfacción de sus requerimientos. Es obvio que con las actuales herramientas no es posible facilitar las innovaciones que la sociedad del conocimiento ofrece.

domingo, 23 de agosto de 2009

LA DISTANCIA ENTRE LAS ÉPCAS

 

Resulta útil comprender los entornos como si fuesen lugares cerrados para poder ubicar la existencia humana, como un grupo de lugares, a los cuales se introduce y se sale de manera simultánea. Un modelo mental de burbujas en un recipiente es un buen ejemplo para comprender la existencia de las personas, las cuales tiene en su frente un letrero mientras se encuentre en una burbuja específica. Ese letrero denuncia el conjunto de normas y condiciones que resultan útiles para estar dentro de ese espacio. No podría afirmar si esto es bueno o malo, pero sí es importante comprender que resulta claramente distintivo.

Quiero referirme a los distintos contextos que utilizan las nuevas generaciones. Los jóvenes están en la casa “contexto hogar” van a la escuela “contexto pedagógico para enseñar” van a un salón de Internet “contexto cibernético” están con sus grupos de amigos “contexto social íntimo” etcétera, etcétera.

Cada lugar es un contexto cultural diferente que podemos situar en condenadas temporales y espaciales. Las personas asumen esta idea, como "un mundo diferente”. De esta manera los estudiantes viven migrando de un mundo a otro.

LA CULTURA DE LA ESCUELA

Para poder existir en la escuela, es necesario aceptar una serie de postulados propios de dicha cultura que prevalecen porque le dan significado a su existencia desde hace 300 o 400 años. Este mundo escolar ha querido asimilar los objetos que llegan externos, como la televisión intentando hacer una adaptación de un instrumento pedagógico llamado televisión educativa. Igual circunstancia asumió frente a la radio, un posible instrumento para educar y ahora es posible que llegue el computador y quiera asimilarse como un “instrumento pedagógico para educar”. El mundo de la escuela se comporta como una esponja que quiere absorber a su mundo, los distintos componentes que llegan del exterior.

La institución educativa pretende hacer una traducción de dicho componente tecnológico a su quehacer cotidiano, por cuanto carece de los conocimientos que permiten su aplicación de manera autónoma. Nunca se dio la construcción de una infraestructura para una emisora escolar, de esta manera la radio quedó afuera. Tampoco se construyeron estudios de televisión escolares y por ello también quedó afuera. No viene pasando ni pasará lo mismo, con la tecnología informática; porque su traductor y conductor está dentro de la escuela y poseer los conocimientos, o por lo menos el potencial para adquirirlos y  hacer uso de este componente invasor. Algunos autores con razón o sin ella, han descrito dos clases de personas: los que son “inmigrantes” y los que son “nativos” del mundo informático. Por tanto debemos entender que el ingreso del computador a todos los sitios: la case, la oficina, la escuela etc, han sido invadidos con "tecnología y pilotos navegantes incorporados"

La cultura del mundo moderno dentro de un entorno mucho más amplio, empezará a quedar relegada como la capacidad de disponer información de forma muy amplia, en distintos entornos y dominios del saber. Se estima tener "cultura general" lo cual no es más que haber vivido atento a las distintas formas de exposición a la información de diferentes disciplinas. Una conexión con las distintas formas de saberes no había existido nunca antes en la historia de la humanidad, entonces el contexto de "un instrumento pedagógico para enseñar" no tiene sentido cuando los nuevos navegantes no reciben bitácoras de viaje en sus procesos de aprendizaje, sino que escoge sus propias rutas particulares para aprender. De esta manera el discurso de los profesores resultan ser caminos demasiado cortos que no motiCaminosvan, que no profundizan, que tienen alcances limitados y no resulta retadores a las nuevas capacidades de aprendizaje de las nuevas generaciones.

LA "NO CULTURA DEL ESCUELA"

Parece que las nuevas generaciones en su fantasía, pueden estar viajando en la máquina del tiempo. Ingresan en la mañana a una institución del siglo XVIII y IX. Llegan la casa donde existen un conjunto de artefactos del siglo XX como la radio la televisión los libros las enciclopedias y los textos guías. Algunos pueden ir al café Internet del siglo XXI o desde su casa pueden estar navegando, compartiendo con “redes sociales” donde la ubicuidad es un paradigma superado, porque pueden estar conversando con distintas personas simultáneamente de su propio colegio, de su propia ciudad o de distintos partes del país o de otros países mientras están haciendo las tareas, “bajando música” de todas partes del mundo y navegando por diferentes sitios que les permiten reconocer un mundo que de alguna manera le es negado en su vida rutinaria escolar

De alguna manera los educadores están siendo mirados por los alumnos desde una perspectiva superior en términos de oportunidad para aprender, por las nuevas generaciones. En otras palabras, están siendo considerados de manera cruel y displicente, como personajes desactualizados y que guardan un profundo silencio por motivos culturales, tecnológicos o contractuales, frente a las nuevas oportunidades de aprender, porque persisten en enseñar y no proponen estrategias para aprender porque sienten que pierden el control, la autoridad y el mando.

La institución educativa está encerrada en la propuesta de la enseñanza como un modelo que ha sido útil y ha producido resultados en los últimos 300 años, pero a veces pierde la perspectiva de reorientar su estrategia para reconocer la capacidad que tienen las nuevas generaciones de asumir en forma cada vez más autónoma sus propios retos y necesidades de aprender.

En términos de la teoría de la calidad hay una clara tendencia a desconocer al alumno como un protagonista del proceso, esto significa que el producto “lo tiene que consumir” sin que el cliente directo pueda opinar sobre sus características y expectativas de calidad. En los sistemas de calidad existe una clara tendencia a transferir mecánicamente desde el sistema productivo la teoría de los procesos, cuando se normalizan sistemas de gestión en educación.

Se desconoce la "voz del cliente" como principal protagonista del servicio que ofrece la institución educativa. ¿Cuántos planes de mejoramiento se han convertido en estrategias de aprendizaje? ¿Éstos planes son producto de identificar no conformidades en el uso de los instrumentos pedagógicos?. Habrá que mirar las acciones correctivas propias de la auditorías de calidad para evidenciarlo.

Alguna vez escuchaba como crítica a los países que habían optado el modelo socialista, que se compraba una sola tela para que todo el mundo vistiera igual y de esa manera se reflejaba la conducta de la equidad social para todos. Muy al contrario, los procesos de aprendizaje son cada vez diferentes en cada uno de nosotros. Igual que los albores del capitalismo con el carro negro idéntico para todos inventado por Henry Ford. De manera análoga resultan ser las explicaciones del docente cuando todo el mundo tiene que "hacer silencio, no distraer y escribir lo que se dicta".

viernes, 24 de julio de 2009

LA CALIDAD ESPERADA

Pensar en el concepto de la calidad es un proceso que implica demasiadas variables, las cuales confluyen de manera simultánea y desde diferentes perspectivas. Podríamos recordar algunas definiciones simples como lo es: la satisfacción del cliente, la eliminación de los desperdicios, la estandarización y el control del proceso etc.. Para la mayoría de los administradores educativos el proceso de la certificación, ha sido un conjunto de actividades que han ordenado significativamente los procesos de gestión y administración. Se ordena de manera sistemática un grupo de procesos vinculados directamente con la administración y el soporte institucional para los procesos de la operación educativa. De alguna manera ha sido visto como una cualificación que permite darle valor agregado, en contraprestación a la inversión hecha por los costos de la asesoría y la certificación propiamente dicha. “Se ha hecho una gran inversión”

Para puntualizar cada una de estas definiciones sin ser muy exhaustivos, sería deseable que evaluara “la voz del cliente” al cual se le debe entregar una serie de servicios que garanticen su satisfacción. ¿La pregunta de saber cuál es el cliente sería el primer reto conceptual a resolver? Los programas de certificación de calidad han dado mayor nivel de satisfacción al cliente… alumno? o al cliente… padre de familia?. Al revisar algunas políticas de calidad he podido identificar en algunas instituciones que se involucran ambos grupos de personas, pero no resulta lo suficientemente claro y evidente, cuáles han sido los cambios que permiten reconocer los indicadores que existían antes del proceso de certificación, para poderlos comparar con los indicadores que podemos establecer y mirar la satisfacción de los servicios entregados “a los alumnos o a los padres de familia”. Los procesos fundamentalmente han continuado iguales. Desde el punto de vista de generar conocimiento en clase no hay planes de mejoramiento. Darle mayor participación, acercamiento para provocar mayor satisfacción a los padres de familia; contrasta con las prohibiciones y controles del manual de convivencia y reglamentos internos. Indicadores alrededor de estos temas están totalmente ausentes o por lo menos son casi imperceptibles.

Para la segunda definición, pudiéramos preguntarnos ¿cuáles serían los desperdicios que se han eliminado? En los procesos de clase todavía continúan los dictados, existiendo herramientas de transcripción y transferencia de información tan ágiles como los propuestos por los sistemas informáticos. La disminución de los tiempos en los cuales un grupo de contenidos pueden llegar a ser dominio de los alumnos, no se identifican como corregidos o disminuidos. El grupo de contenido sigue siendo relativamente igual y con la misma duración. Los docentes resultan igual de ocupados, repitiendo los mismos procesos sin una mejora identificable. Por el contrario se han aumentado las actividades, llenando los “registros de calidad” los cuales no son resultado de la gestión en operación en el gerenciamiento de la rutina diaria, sino que son procesos adicionados a los ya existentes para continuar haciendo lo mismo, con un poco más de trámites y documentos.

En cuanto al control de los procesos que permitan evitar la variación y hacer correctivos a partir de las identificar las “no conformidades” como podría ser la pérdida de una materia, pues el no alcanzar los logros planeados, lo cual es un resultado no deseado, no se identifican en las auditorías acciones correctivas, porque son ajenas al proceso y son responsabilidad del alumno. Las acciones correctivas que permitan planes de mejoramiento, análisis de causas para diseñar proyectos que permitan la disminución de las no conformidades, ni tampoco se perciben actividades grupales que permitan ver registros de las herramientas de la calidad como: análisis de Pareto, diagramas causa efecto, ni cuadros comparativos que permitan reconocer las posibles fuentes de desviación etc. Siguen todavía las ansiedades de los padres de familia esperando periodos de dos meses para ver los resultados. El deseo de poder reconocer: ¿Qué acciones correctivas o cómo puede participar en las políticas de calidad para el mejoramiento del rendimiento académico de sus hijos, no es una característica de la calidad.

Como especialista en sistemas de gestión de la calidad y como pedagogo, no observo de manera objetiva el impacto en la calidad en las instituciones que he observado. Quisiera identificar los posibles procesos de mejoramiento en las habilidades que desarrollan los alumnos, en la incorporación de competencias y destrezas adicionales y nuevas, después de implementar procesos de mejoramiento continuo. Queda muy claro que se ha generado empleo en los consultores y se han aumentado los ingresos a las empresas certificadoras, pero el impacto en las familias, en la innovación de los procesos pedagógicos, en la incorporación de mejoramiento tecnológico de los procesos, todavía queda mucho por trabajar y por lograr.

Otra cara de la moneda puede ser el reconocimiento las características de la calidad. Cuando los procesos son prestados a los clientes como por ejemplo: mayor tiempo de dedicación en la atención a las necesidades de los clientes. Asumo que se ha aumentado el número de horas disponibles para poder atender a los padres de familia. Cuando ello ocurre la satisfacción salta a la vista y se mejoran las relaciones de comunicación entre el docente y el padre de familia, lo cual pudiera verse como indicador en el número de horas disponibles de cada profesor para dedicarse a dicha actividad. Cuando hay una facilidad en la adquisición de la información que se necesita, como la expedición de documentos. La aclaración de las dudas a unas notas o calificaciones recientes a la evaluación, refleja de alguna manera, simple y diáfana la presencia de procesos de calidad. Cuando se disminuye el número de llamadas y tiempos de espera de un padre de familia para poder contactar a un docente y resolver alguna inquietud respecto del comportamiento de su hijo se identifica la calidad. Dicho en otros términos “la calidad a veces es difícil implementarla pero es muy fácil percibirla”

Es deseable que sea notorio en los estudiantes el deseo de querer aprender y saber. Se ven incrementadas las habilidades de investigación y el manejo de uso de la información con las nuevas tecnologías que el entorno le ofrece. La observación parece indicar que han sido más los procesos de aprendizaje no escolarizados los que han dotado a las nuevas generaciones en el uso de los nuevos componentes que ofrece el mercado, como los celulares, las máquinas de DVD, los computadores, las videograbadoras etc. Es evidente que este aprendizaje está en las nuevas generaciones, puesto que son llamados por algunos autores nativos de la era tecnológica, mientras que las personas que son sus docentes, los cuales son inmigrantes a estas tecnologías, guardan relativo silencio y en algunos casos prohíben el uso de componentes de comunicación que pudieran tener una enorme utilidad en la difusión de la información, el conocimiento y las habilidades comunicativas. Hay muchas cosas que están aprendiendo las nuevas generaciones en ambientes no escolarizados, los cuales no son un reflejo de implementación de acciones correctivas, ni de planes de mejoramiento, ni de implementación de nuevas variantes pedagógicas producto de la implementación de sistemas de calidad en la institución educativa.

Sí es claro que este tipo de aprendizaje sí impacta fundamentalmente el uso de estos componentes en la familia. Son las capacidades investigativas de los jóvenes los que resuelven los problemas técnicos y de operación con dichos componentes, para las personas adultas. Las nuevas generaciones no pueden imaginarse el mundo sin un chat, la vida sin comunidades virtuales como el facebook, el Messenger etc. Más bien son nuevas preocupaciones de las cuales no han acciones correctivas, ni planes de mejoramiento, ni liberación de producto, ni formación o capacitación para el uso idóneo, como parte de los procesos pedagógicos y educativos en los planes curriculares. El uso excesivo de estas herramientas sincrónicas despierta más preocupaciones de tipo ético y normativo, que la posibilidad de proyectos de investigación para su aplicación en los procesos de aprendizaje.Salon_Muñecos

Finalmente el docente cierra la puerta y en el escenario del salón de clase se reproducen  procesos de poder y de imposición que no obedecen a un diseño de grados de libertad en la administración o la gestión de procesos. Son pocos los casos donde se identifican manuales de procedimientos o instructivos que enriquezcan la planeación de las actividades de aprendizaje, al interior del acto educativo. Con la puerta cerrada, hay el silencio de los alumnos que temen desarrollar autonomía, porque pueden ser tildados de “indisciplinados” que temen probar su polivalencia en nuevas habilidades, porque temen ser tildados de “dispersos y desatentos”. Después que la puerta está cerrada, muchos alumnos renuncian a defender sus propias ideas y argumentos, porque temen ser tildados de “rebeldes o líderes negativos”, porque su principal actitud debe ser quedarse quieto, callado y escuchar la mayoría del tiempo. Porque el debate interrumpe el silencio y ser distinto y diferente son actos de desviación de la norma y el sueño de “Juan Salvador gaviota” es sinónimo de subversivo.

El escenario de la calidad deberá ser una actividad más perceptible como indicadora de los procesos de cambio, de incorporación de las tecnologías que propician el despertar de nuevas habilidades y destrezas propias de la sociedad del conocimiento.

sábado, 4 de julio de 2009

Inventando indicadores de calidad en la educación

Con la pretensión de acercar a los lectores a un reconocimiento de la calidad como un concepto complejo, desearía puntualizar dos reflexiones que resultan importantes para avanzar un tanto, en el conocimiento de la calidad al interior del sistema educativo.

Con la pretensión de establecer unas medidas específicas del alcance de la calidad, las estadísticas descriptivas nos pueden indicar algunos estándares que puedan estar reflejados en el sistema evaluativo y puede ser un indicador los altos niveles de calificaciones de una población educativa, dentro de una institución o de un grupo de instituciones. Esta manera de ver las cosas, no debe soslayar la problemática subjetiva que tiene el sistema evaluativo. <en tanto un número no indica el nivel de conocimiento adquirido, ni refleja las competencias alcanzadas y mucho menos dar información específica sobre indicadores de calidad.

Otro modo de ver el enfoque de la calidad en el sistema educativo, puede ser el grado de satisfacción de los clientes externos (padres de familia) con respecto a las habilidades y destrezas adquiridas por sus hijos en la institución educativa. Este escenario es una prueba de la investigación y auto aprendizaje “no promovido por la institución educativa” Es un aprendizaje no escolar en muchos casos.

Utilizar las herramientas informáticas en algunos colegios se están incluyendo en el Diseño curricular, pero tiene la limitación de una gran población de usuarios para un grupo restringido de equipos; por cuanto su costo e implementación exige inversiones superiores al modelo económico imperante, de economías controladas con respecto a los ingresos por matrículas y pensiones. Este debate entra en un círculo vicioso de creer que la calidad del educación está impedida por las regulaciones económicas. Esta discusión se repite como descubrir "cual fue primero el huevo o la gallina"

Lo curioso de este debate, es que desplaza la atención para atender el problema de manera estructural. Esto es, ¿cuáles son los escenarios de aprendizaje posibles que un estudiante tiene frente a las herramientas informáticas?. Esta pregunta nos plantea dos momentos: por un lado, la inversión pública hace grandes intentos por aumentar el nivel de máquinas por alumno. El estándar nacional es de 20 alumnos por computador. Si miramos el estándar en las instituciones de educación privada de los estratos 3,4 y 5 este indicador cambia radicalmente. Esto no llevar al segundo elemento de la discusión. ¿Cuáles son las propuestas pedagógicas que incluyen el uso de los computadores existentes en el contexto escolar "incluyendo el aula de clase y el hogar". Lo interesante de estos dos extremos de análisis, es que polariza las cantidades. De un lado en la institución hay muy pocos computadores para los alumnos. Del otro lado son muy pocos los profesores que estarían habilitados para trabajar con dicha estrategia.

Esta situación convierte el problema en un enfoque similar al del “huevo y la gallina” porque son espacios del contexto de la vida de los estudiantes pero desconectados de los proyectos institucionales. De un lado el proyecto institucional de la familia ha delegado en el colegio la incorporación de este tipo de saberes y para ello paga. Del otro lado, la institución educativa recurre a las limitaciones oficiales o a la teoría ideológica de defender a los pobres, para no imponer dicha obligatoriedad en los proyectos curriculares. Parece ser un círculo vicioso, pero es necesario darle salida. En este caso los indicadores de calidad nos dan algunas pistas. ¿Cómo poder medir la cantidad de horas de formación de los docentes en la incorporación de las tecnologías de la información en la comunicación? La actualización docente es un indicador de calidad. Sugiero una fórmula particular. Restar el número de horas laborales de una semana de cinco días por ocho horas diarias a la cantidad de horas que tienen asignadas los docentes para dictar clases. Agrupar estos datos en una gráfica de distribución simple  de Número de horas disponibles por profesor, grado, por sección etc..  Estipular como indicador de calidad  la disponibilidad potencial de formación en TICs”.

Esto nos pudiera indicar la capacidad que tiene la institución educativa para establecer una estrategia formativa que permita actualizar a los docentes en las tendencias de la modernidad. Sería altamente deseable que las asociaciones de padres de familia pudieran comparar estos indicadores y optar por inducir y colaborar a la institución en un proceso de actualización docente en las herramientas de la modernidad. Basta solamente preguntar cuántos de los alumnos están usando facebook, messenger, ICQ, Skype y otras herramientas de comunicación a sincrónica y sincrónica y cuanto hace que vienen interactuando con herramientas de comunidades sociales virtuales. En mi época cuando quería conocer a una chica, preguntaba: “Estudias o trabajas?. Ahora es: ¿cual es tu usuario en Facebook?.