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sábado, 26 de septiembre de 2009

MIS CALIFICACIONES

Existe una negociación silenciosa en el día día de la vida del hogar, que resulta ajena y distante a las actividades de los administradores educativos. Todos los padres de familia que tenemos hijos adolescentes mientras va transcurriendo su infancia y su crecimiento, vamos construyendo con ellos, unas negociaciones y expectativas frente los significados de la responsabilidad, el trabajo, el sentido de ser una persona que asume sus consecuencias etc.. Este proceso es relativamente lento y no se observan cambios de un día para otro.

El sistema educativo por su lado ha elegido una metodología por cortes de tiempo para hacer la observación de las mediciones existentes en este proceso, bajo la óptica de la metodología de las calificaciones. En términos prácticos, resulta una mirada de lo mismo desde diferentes perspectivas. Desde el colegio, el docente asigna una serie de "tareas" que resultan ser procesos que están mediados por el sentido de la responsabilidad, el trabajo, la conciencia de aprender, y finalmente la posibilidad de responder en forma personal a las actividades que siendo ejecutadas con buen criterio, retornan la información que el docente espera para constatar la eficacia de su trabajo. El producto de esta actividad permitirá identificar el aprendizaje adquirido, el resultado de una parte del proceso que espera tenga un buen final por el retorno de un producto que ayuda a continuar el proceso de aprendizaje planeado por el profesor.

La presencia y la calidad de estos resultados, son medidos y ponderados por el criterio personal del docente y de esa forma puede asignar "una nota" correspondiente a la eficacia de dicho resultado. Por otro lado los padres de familia observamos de manera silenciosa el manejo del tiempo, la disponibilidad de la información en el cuaderno de “notas de la clase”, el acceso a la literatura utilizando los textos guía, la actividad disciplinada para dedicar un tiempo de trabajo ha dicho retorno. El vocablo que identifica estas acciones las expresamos con cierto nivel de satisfacción “nuestro hijo está estudiando”

Lo curioso de estas dos miradas que parecen ser las dos caras de la misma moneda. De un lado es el conjunto de un repertorio existencial del alumno en vida académica. Son dos versiones de lo mismo. Por el lado del colegio es el repertorio existencial de las responsabilidades del hijo desde el hogar “que están pensando en mi casa”. Es de esperarse que la lectura de estas dos miradas sea relativamente similar, pero en la práctica la mediación y el manejo simbólico del "alumno hijo" tiene un repertorio de respuestas diferentes según el interesado.

Cuando hablamos de la calidad en la educación, nos estamos refiriendo a un marco simbólico que tiene diferentes lecturas provocadas por el proceso de comunicación que en la mayoría de los casos está mediado por la interpretación que hace el alumno respecto del hogar o el hijo respecto del colegio. Esta dualidad de relación existe porque no hay al mismo tiempo un canal de verificación que permita vincular la versión institucional entre el hogar y el colegio o porque no existe el apoyo instrumental entre el profesor y el padre de familia. Como auditor del sistema de calidad, puedo constatar que esta mediación no permite identificar la "evidencia objetiva" que permita generar el más mínimo nivel de satisfacción de los requerimientos al procedimiento evaluativo, porque los directamente interesados de colocar la nota como requerimiento del sistema académico de un lado; como del lector de la nota como parte directamente interesada como lo es el responsable de la inversión y la adquisición del servicio educativo, no hablan el mismo lenguaje, no se comunican de manera efectiva y por tanto siempre existirá una mediación sesgada; porque dicha información está mediada por la interpretación del estudiante o del hijo según el flujo de información por donde se inicie la observación.

Esto es, el criterio de la evaluación que tiene un gran componente subjetivo sólo es evidenciado después de haber terminado el proceso "instrucción =>aprendizaje". Los padres de familia esperamos no encontrar sorpresas cada dos meses para verificar y constatar la información transmitida a cuentagotas. Si es necesario hacer correctivos a una no conformidad "materia perdida" el plan de mejoramiento tiene dos versiones en su planteamiento: la versión del hogar que no tiene el más mínimo vínculo con los procesos internos de la gestión de la calidad del colegio, aunque tengas certificación de norma, no incorpora acciones correctivas eficaces que puedan ser diferenciadas por el docente.

El plan de mejoramiento del colegio, podrá incidir en variables y en indicadores de control para hacer la corrección de la no conformidad, pero las actividades que de aquí se desprenden no involucran en sus recursos las acciones y las responsabilidades que en el mundo del hogar puedan ayudar a lograr el mejoramiento o actuar sobre las acciones correctivas planeadas. En términos estrictamente de la calidad, la capacidad de intervención para un plan de mejoramiento no podrá garantizar sino el 50% de las actividades de control, de las acciones correctivas y un plan de mejoramiento solamente es conocido por el 50% de los actores, si es que se formula.

Para evidenciar la eficacia de las acciones correctivas, finalmente se puede evidenciar dos planes de mejoramiento distintos con estrategias totalmente distintas y esperar que la coincidencia será más bien "un acto milagroso" que una acción efectiva y eficaz de un sistema de calidad.

Finalmente regresamos a nuestro punto de partida. Lo que hay que hacer está interpretado por un marco simbólico individual que resulta ser la lectura final y acomodada a su propio mundo imaginario que son las conclusiones construidas y adecuadas a sus propios criterios de satisfacción “del alumno o del hijo”, y sentarnos esperar dos meses para ver cómo somos sorprendidos los padres al hacer la próxima lectura de las calificaciones.

He querido escribir estas reflexiones con un colega que es auditor de Norma ISO 9000,  igual que yo y él ha podido resolver esta problemática gracias a un producto que el colegio le hizo coLecturas4mprar para superar esta limitación; funciona en Medellín y su dirección es www.scoolweb.com donde puede intervenir y apoyar las estrategias de mejoramiento que los docentes quieren hacer con sus dos hijos.

Finalmente como conclusión existe la tecnología que permite generar un diálogo permanente por nuestros propios intereses como es el desarrollo del talento del potencial de nuestros hijos, acompañado por la intencionalidad y la gestión de un equipo de líderes educativos que quieren impactar de manera directa la calidad de la educación. Mientras no tengamos la injerencia en el control de los procesos este diálogo de sordos estará administrado "por unos monstruos manipuladores" que es visto por una doble personalidad "la teoría del hijo y la teoría del alumno". Con el perdón de los contadores en el mundo de los negocios, cuando se solicita un informe financiero la pregunta obligada es: para quienes el informe “para el banco? o para la administración de impuestos”.

sábado, 4 de julio de 2009

Inventando indicadores de calidad en la educación

Con la pretensión de acercar a los lectores a un reconocimiento de la calidad como un concepto complejo, desearía puntualizar dos reflexiones que resultan importantes para avanzar un tanto, en el conocimiento de la calidad al interior del sistema educativo.

Con la pretensión de establecer unas medidas específicas del alcance de la calidad, las estadísticas descriptivas nos pueden indicar algunos estándares que puedan estar reflejados en el sistema evaluativo y puede ser un indicador los altos niveles de calificaciones de una población educativa, dentro de una institución o de un grupo de instituciones. Esta manera de ver las cosas, no debe soslayar la problemática subjetiva que tiene el sistema evaluativo. <en tanto un número no indica el nivel de conocimiento adquirido, ni refleja las competencias alcanzadas y mucho menos dar información específica sobre indicadores de calidad.

Otro modo de ver el enfoque de la calidad en el sistema educativo, puede ser el grado de satisfacción de los clientes externos (padres de familia) con respecto a las habilidades y destrezas adquiridas por sus hijos en la institución educativa. Este escenario es una prueba de la investigación y auto aprendizaje “no promovido por la institución educativa” Es un aprendizaje no escolar en muchos casos.

Utilizar las herramientas informáticas en algunos colegios se están incluyendo en el Diseño curricular, pero tiene la limitación de una gran población de usuarios para un grupo restringido de equipos; por cuanto su costo e implementación exige inversiones superiores al modelo económico imperante, de economías controladas con respecto a los ingresos por matrículas y pensiones. Este debate entra en un círculo vicioso de creer que la calidad del educación está impedida por las regulaciones económicas. Esta discusión se repite como descubrir "cual fue primero el huevo o la gallina"

Lo curioso de este debate, es que desplaza la atención para atender el problema de manera estructural. Esto es, ¿cuáles son los escenarios de aprendizaje posibles que un estudiante tiene frente a las herramientas informáticas?. Esta pregunta nos plantea dos momentos: por un lado, la inversión pública hace grandes intentos por aumentar el nivel de máquinas por alumno. El estándar nacional es de 20 alumnos por computador. Si miramos el estándar en las instituciones de educación privada de los estratos 3,4 y 5 este indicador cambia radicalmente. Esto no llevar al segundo elemento de la discusión. ¿Cuáles son las propuestas pedagógicas que incluyen el uso de los computadores existentes en el contexto escolar "incluyendo el aula de clase y el hogar". Lo interesante de estos dos extremos de análisis, es que polariza las cantidades. De un lado en la institución hay muy pocos computadores para los alumnos. Del otro lado son muy pocos los profesores que estarían habilitados para trabajar con dicha estrategia.

Esta situación convierte el problema en un enfoque similar al del “huevo y la gallina” porque son espacios del contexto de la vida de los estudiantes pero desconectados de los proyectos institucionales. De un lado el proyecto institucional de la familia ha delegado en el colegio la incorporación de este tipo de saberes y para ello paga. Del otro lado, la institución educativa recurre a las limitaciones oficiales o a la teoría ideológica de defender a los pobres, para no imponer dicha obligatoriedad en los proyectos curriculares. Parece ser un círculo vicioso, pero es necesario darle salida. En este caso los indicadores de calidad nos dan algunas pistas. ¿Cómo poder medir la cantidad de horas de formación de los docentes en la incorporación de las tecnologías de la información en la comunicación? La actualización docente es un indicador de calidad. Sugiero una fórmula particular. Restar el número de horas laborales de una semana de cinco días por ocho horas diarias a la cantidad de horas que tienen asignadas los docentes para dictar clases. Agrupar estos datos en una gráfica de distribución simple  de Número de horas disponibles por profesor, grado, por sección etc..  Estipular como indicador de calidad  la disponibilidad potencial de formación en TICs”.

Esto nos pudiera indicar la capacidad que tiene la institución educativa para establecer una estrategia formativa que permita actualizar a los docentes en las tendencias de la modernidad. Sería altamente deseable que las asociaciones de padres de familia pudieran comparar estos indicadores y optar por inducir y colaborar a la institución en un proceso de actualización docente en las herramientas de la modernidad. Basta solamente preguntar cuántos de los alumnos están usando facebook, messenger, ICQ, Skype y otras herramientas de comunicación a sincrónica y sincrónica y cuanto hace que vienen interactuando con herramientas de comunidades sociales virtuales. En mi época cuando quería conocer a una chica, preguntaba: “Estudias o trabajas?. Ahora es: ¿cual es tu usuario en Facebook?.

miércoles, 17 de junio de 2009

¿La calidad es cara o cuesta más?

El valor de uso o de cambio

Con la Ley del agua que corre en el congreso, reivindica el valor social y biológico y de necesidad de tenerla. Claro… es vital. Entonces para cobrarla, recuperar el dinero del préstamo en dólares que se gastaron haciendo los embalses, las plantas de tratamiento, las tuberías primarias de distribución y el acueducto que llega a las casas para su consumo. Para ello, se necesita el contador de paso del agua para medirla, y cobrar su consumo. ¿Compraría usted un contador de agua? Tiene la tecnología de medición de fluidos, fabricados con metales inoxidables, dura muchísimos años. Es un producto de “Gran Calidad”. “Por bueno que sea a usted no le sirve; para usted, no tiene valor”. Le aseguro que el Gerente de las Empresas Públicas no estará de acuerdo con Usted.

El precio el mercado o la demanda

Existen tratados de micro y macro economía que tienen grandes disertaciones sobre dicho tema. Pero aquí hay que vulgarizar racionalmente el concepto. El petróleo al final del año 2008 llegó a 140 dólares el barril de crudo. El primer trimestre del año 2009 llegó a 38 dólares. La fluctuación del precio es manipulable con base a intereses. Usted encuentra guarderías con institutrices y ambientes y planta física que le pueden costar casi lo que vale un hotel o puede dejar sus hijos en hogares temporales con profesionales pagadas por el estado, casi gratis y obtendrá servicios similares. En otros términos, puede comprar un helado en un MALL o en el estadio de foot ball y el precio es muy diferente por el mismo producto y del mismo fabricante.

El costo por materias primas o producción.

La propiedad de la tierra, la planta física, los servicios cercanos que le ofrece el entorno, le dan el precio a un apartamento, el ruido de la calle, la zona, La vulnerabilidad del terreno etc.. son variable que lo hacen cambiar. La verdad es que Usted necesita donde pasar las noches, descansar y tener cómo vivir feliz. La sociedad le edifica unos modelos mentales que las personas buenas vendedoras le construyen en su mente y usted termina pagándolos sin saber porqué. Un sanitario tiene un valor de uso que todo el mundo aprecia. Pero usted paga un precio dependiendo de donde vino, las materias primas de su fabricación, el estilo y la forma etc.. Por más adornos y cualidades intrínsecas que posea, tendrá el mismo valor de uso para todas las personas. No quiero hacer una disertación de la teoría del valor sino acercarnos en la reflexión sobre la calidad de la educación

La calidad de la educación ¿se percibe o se expresa?

Es difícil evaluarla, pero se percibe fácil cuando existe. La calidad de la educación es un concepto complejo, pero podemos construir aproximaciones. El éxito de un docente radica en al satisfacción de sus alumnos, porque desea usar forma distintas de entregar los que sabe. Una organización moderna deberá buscar la calidad mediante los docentes que se motiven por lograr aprendizajes más avanzados y eso es posible con nuevos instrumentos, nuevas estrategias y con nuevas herramientas. La era digital es una época fantástica para provocar el deseo de saber. Para invitar a los alumnos a usar en sus espacios de tiempo extra colegio, necesita lugares que estén por fuera del salón de calase. Esa externalidad la dan las herramientas informáticas. Hay formas de extender las inquietudes y las preguntas. Hay la manera de seguir discutiendo las inquietudes que la campana o el tiempo de clase no dejó. Hay espacios pedagógicos para dejar inquietudes más pensadas y menos emocionales, para dejar en claro nuestras convicciones y conocimientos. Hay espacios para que las inquietudes de un debate puedan controvertirse y manifestar nuestras diferencias de opinión y criterio. Has espacios para que no olvidemos el tema que quedó planteado, y podamos esperar a que nuestra contraparte ponga en blanco y negro su emoción, desacuerdo o disienta de nuestras opiniones. Esos espacios son los foros, los Blogs, las wikis, los correos. Esos espacios son parte de lo que los alumnos usan en las redes sociales de le web. Esos espacios ya forman parte de su mundo. Son los espacios de expresión que los docentes comprometidos escriben para rendir cuenta de sus ideas, o para cuestionar o invitar búsquedas de reales inquietudes, propias o de los alumnos.

Los administradores educativos deben pensar si están gobernando un sistema para que un docente esté hablando más tiempo que los alumnos. Que “escriban para que no debatan”, ni tengan tiempo de “Conversar en clase sus inquietudes”, que no pregunten todos a la vez, porque se hace caótica la clase, que “no controviertan por no se van aponer de acuerdo” que el orden de cada cosa en su lugar termina porque viene otra clase y eso finiquita las inquietudes. No creo que los clientes padres de familia, perciban la calidad de la educación si no hay docentes que extiendan y provoquen el deseo de saber en sus alumnos.

¿Para cuando los administradores educativos dejarán ver el valor de querer saber más, porque tienen docentes que extienden sus inquietudes a horas posteriores a la clase? Las herramientas Web lo permiten, entonces un indicador de la calidad es la promoción de los blogs, las wikis, los foros, como opciones de aprendizaje que extiende el tiempo de la reflexión y el aprendizaje. Las inquietudes inteligentes consumen más tiempo que una hora clase.

La teoría del valor de enseñar, comienza con hacer de forma distinta el trabajo que la época necesita. Nunca antes existió tanta información; entonces puede empezar por desprenderse del hábito de enseñar. Entonces, hay que hacerlo con las herramientas de la época. Deberá cambiar de propósito. Se agrega valor al descubrir nuevas formas de aprender. Esa es una expresión de la calidad. Cuando los clientes perciben la calidad la pagan. La educación de calidad expresa mas valor que lo que se paga. El temor de una canasta educativa invade los administradores educativos por unos pocos pesos. Pagamos transacciones en los bancos por el uso de la tecnología.  Y nos resistimos adicionar tecnología el proceso que mas valor le produce a una sociedad.

domingo, 7 de junio de 2009

CONOCIMIENTO APLICACIÓN Y COMPETENCIAS

Las reflexiones de lo cibernético en la educación me permite proponer un modelo mental que ayude a explicar un debate filosófico de vieja data..

De un lado es necesario intentar ilustrar el cambio de lo cuantitativo a lo cualitativo, presentado por la dialéctica clásica en el espacio de un sistema de almacenamiento, clasificación y ordenamiento de los distintos núcleos temáticos sobre los cuales se basan, la construcción de algunas áreas del saber en el diseño curricular clásico.

Armonizar el enfoque de sistemas con la teoría de la complejidad, necesita combinar de forma multi variada dos percepciones. El enfoque cartesiano puede ser de utilidad para explicarlo.

Se trata entonces, de la construcción de un modelo mental que permita de manera gradual percibir la variación. Este debe permitir identificar los cambios de estado y complejidad, iniciando desde no informado pasando por elementos conceptuales básicos de un área del saber, modelándose en un continum que pasa por un nivel medio de conocimiento y terminando con un nivel de expertos.

Esta orientación y clasificación, deberá ser parte del mismo sistema de organización de la base de conocimientos y al mismo tiempo de la orientación para el nivel de los usuarios del conocimiento, dentro de una cibernética social, en el plano analítico descriptivo. Este enfoque debe explicar el estado del conocimiento históricamente vigente de la organización humana, como macro sistema. El otro modelo m ental, estará basado en la actuación o en la práctica. El eje central entre estos dos vectores: saber y práctica, es lo que define el nivel de aplicación y competencia en el desempeño de las personas. image

Seria deseable que los vectores pudieran cuantificarse para proponer una correlación funcional o derivada, que amerita matematizar la relación y darle un estatus epistémico, de mayor validez. Pienso que dependiendo de la aplicabilidad del sistema puede ser una relación geométrica o logarítmica. Eso estará por estudiarse.

El modelo permite explicar que mientras más sabe la persona, su nivel de experticia hace más exigente la calidad de los contenidos. Esto significa que la calidad esta directamente relacionada con la profundidad y especificidad utilidad y pertinencia de la información que necesita y demanda.

Primero porque es más cercano y satisface las expectativas. Segundo porque el lenguaje se hace mas puntual y adecuado al nivel de dominio de la disciplina en la cual el el cliente del sistema finca sus expectativa, especificaciones y requerimientos.

La expectativa puede ser un indicador de calidad para el diseño de un producto educativo. Una clasificación de la información que haga del sistema de búsqueda una adecuada aproximación a la evaluación obtenida en la fase de medición puede ser modelada con una la ingeniería del conocimiento que permita modelar el cambio del sistema educativo en su naturaleza informática y por tanto cibernética.

He planteado en artículos anteriores, que el diseño existente del sistema educativo responde a criterios económicos de la época renacentista y racionalista de occidente. Lo Pedagógico da fé de este proceso, por cuanto es un discurso, que compendia un conjunto de saberes, técnicas y estrategias orientadas con la finalidad de enseñar. Lo cual es contrario a la tesis del sistema moderno, que debe estar orientado a crear ambientes presenciales o virtuales para aprender.

Un enfoque sistémico crea la posibilidad de ver el fenómeno desde otra óptica. La teoría de la organización humana vista sistémicamente, procura una homeostasis entre la cohesión y el conflicto, entre el pensamiento y la acción además entre la estabilidad y el cambio. El sistema educativo puede apoyar el proceso de esa dinámica.

El discurso pedagógico, ha desarrollado teorías curriculares, construyendo escenarios de saberes, que despliegan en contenidos supuestamente aptos para un desempeño en escenarios ideales. Esto ocurre porque el diseño del producto, no responde a un despliegue de las características y especificaciones del producto, ni al uso y aplicación del saber. Así quedan vinculados la calidad y el diseño curricular. La teoría cibernética de la educación puede ver distinto; por cuanto los sistemas persiguen un fin. Operan intercambiando “Información, Energía, Materia e Intereses”. Los sistemas escolarizados, intercambian con sus clientes, de manera diferente si el modelo es pedagógico o es cibernético. Un diseño virtual y cibernético intercambia con base en tres niveles: un nivel de las expectativas, un nivel de negociación basado en comunicación informática y un nivel de control mediando un feedback permanente para cualificar el grado de dominio censando un nivel o estado de control sobre el conocimiento. Esto hace al sistema colaborativo y lo mantiene mejor informado.

Un modelo pedagógico oferta un contenido, lo expresa como logro, lo traduce en una propuesta de actividad y lo mide con un discurso de poder. Que hace excluyente o incluyente el estado del conocimiento.

domingo, 31 de mayo de 2009

DEBATE POR EL CLIENTE

Es de vital importancia conocer en términos de la calidad ¿quién es el cliente? Para la mayoría de los negocios y las empresas puede ser una respuesta simple. Más aún, es casi necia la pregunta. En el sistema educativo no resulta tan obvia dicha respuesta.

No es fácil definir en términos del conjunto de procesos que operan en el sistema educativo, identificar si la satisfacción está siendo percibida por el usuario directo del proceso, como puede ser en unos casos el alumno, o en otros el padre de familia. De un lado la familia está generando los ingresos al sistema en valores de matrícula y mensualidades, lo cual da soporte económico a la institución y en términos de la calidad al sistema de gestión.

Los requerimientos del cliente alumno, están más centrados a los aspectos estrictamente metodológicos y pedagógicos que dan soporte al conjunto de tareas que desempeñan los docentes en sus actividades de trasmisión y transferencia de conocimientos y de soporte a proyectos formativos. Las expectativas del cliente y las características de calidad en este caso, serían las demandas en términos de servicio, clase amena y pertinencia, es decir útil para la vida. Pero la voz del cliente alumno, no es escuchada por cuanto un alto porcentaje de los procesos relacionados con los aprendizajes, son de naturaleza pasiva en el caso de los alumnos. El alumno es un espectador del servicio que recibirá. Pocas veces es un demandante en términos de requerimientos y especificaciones.

El padre de familia como cliente no posee canales que le permita definir las expectativas en las especificaciones del servicio que está pagando. Tampoco está recibiendo de forma directa el resultado de las actividades de los procesos diseñados al interior de la institución. De forma indirecta está percibiendo los resultados de la actuación del sistema y espera que los resultados obtenidos en los procesos de aprendizaje de sus hijos, correspondan a las especificaciones propuestas por el prestador del servicio. En términos de los conocedores de la teoría de la calidad, se hablan del literal referido al contrato con el cliente, lo cual es una responsabilidad de la gerencia según la norma ISO 9000. Algo bien distinto son las especificaciones de producto en los cuales él "el cliente que paga el servicio" no interviene en requerimientos de diseño, ni especificaciones de productos, ni en definición de los estándares que determinarían la desviación de las características del producto en términos de control de procesos y por ende de la calidad.

Profundizar en este aspecto no es el propósito del artículo, pero si pretende identificar las alarmas en términos de buen juicio a los conocedores de la calidad y la necesidad de educar a los usuarios que pagan por el producto o servicio.

La teoría económica

No es extraño el análisis económico que permite identificar la invención de la institución "escuela -desde el kínder hasta la Universidad" iniciado en el siglo 14 y siglo 15 lo cual indica que solamente es una invención de hace unos 500 años y no ha tenido grandes variaciones. Es una necesidad económica optimizar el tiempo "se aprende escolarmente desde las siete hasta las tres" optimizar el costo "un solo profesor para 25 o 45", optimizar el espacio "un salón de clase", optimizar la duración "de cinco a siete años, clases de 40 minutos, de 8 a 17 años, clase de 45 minutos, de 18 a 23 bloques de dos horas" etc... Pensando en términos de ciclos productivos y en procesos continuos de producción de bienes o servicios, se puede contratar mano de obra que permite el escalonamiento de dedicación por tiempo asignado, acorde con las leyes laborales de la época, períodos de labor de tiempo completo, de medio tiempo y por horas.

La calidad del servicio ¿que tal un indicador?

Queda sobre el tapete un grupo de interrogantes que valdría la pena indagar en mayor detalle, para identificar en términos de especificaciones las características de la calidad de la educación. Desde la perspectiva del buen artesano, mientras más tiempo dedique a la construcción de su producto incorpora mayor calidad a su producto. El ejemplo puede resultar rudimentario, pero es muy explicativo. ¿Saben los “Clientes del Sistema[i]” la cantidad de horas que dedica un docente a dictar clase? ¿Cuántas horas adicionales tienen los mismos docentes para la evaluación, revisión y mejoramiento del producto? Sería altamente deseable poder obtener un indicador que permita identificar el número de horas disponibles, para comunicarse con los “Clientes del Sistema” y establecer vínculos que pudieran reforzar y adicionar calidad al servicio.

Los cálculos de economía básica, pudieran claramente identificar los costos dedicados a la mano de obra de profesores de tiempo completo y de profesores por horas. Si es un sistema productivo y en economía de escala, sería muy rentable estandarizar los cursos y contratar su repetición con profesores dedicados exclusivamente a dictar clases, lo cual es una propuesta posible. En este caso el “Cliente del Sistema” no dispondría, ni fuese posible establecer procesos de comunicación con el docente, porque ese profesor estaría a todo el tiempo copado dictando clases. ¿Cuál sería la parte de especificaciones y características de calidad que pudiera demandar un usuario del servicio por el cual está pagando? Y si quisiera interactuar de forma personalizada a ese docente, el profesor tendría grandes dificultades porque su función tendría énfasis en el control de la calidad de lo que hace y no en la interacción de quien recibe su servicio. En este caso su alumno. Quedan muchas más preguntas. Intentaremos responderlas en artículos posteriores, pero debe quedar claro que el modelo educativo persigue dos modalidades de prestación de servicio, en términos de atender las especificaciones.

Para la educación básica el escenario real es que si el cliente es el padre de familia el responsable del proceso deberá disponer de más tiempo para su atención e interacción, más el tiempo necesario para dictar las clases. Si el cliente es el alumno deberá disponer más tiempo a los procesos de transferencia y de dictar clase y no dispondrá de tiempo para comunicarse con los padres de familia. ¿Cuál de estos dos modelos es la Institución Educativa donde están sus hijos?

Y para la educación “superior”[1] la gran pregunta ¿Las certificación de la calidad es una diferenciación de producto en el mercado? o ¿Es la cualificación de los procesos para aprender y descubrir, para controlar, modelar y mejorar la gestión del conocimiento construyendo caminos de competitividad del país?


[1] Este supuesto induce a pensar que la educación básica es de carácter inferior. En términos de una PAIDEIA MODERNA de occidente implica la ausencia de finalidad del sistema educativo.


[i] Las comillas tienen la pretensión de mantener la pregunta; ¿si la mirada es desde el aprendiz o de quien paga el servicio?  El objeto cambia, si cambia el sujeto