martes, 1 de diciembre de 2009

NO TODOS LOS QUE LLEGARON SE FUERON

Al iniciar este escrito siento que empiezo a contar una historia personal. Sigo pensando desde siempre que es altamente deseable que con todos los adelantos del siglo XX es posible provocar una innovación en el sistema educativo en el cual me he visto envuelto casi toda mi vida. Primero por asunto de formación, segundo por desempeño laboral y tercero por motivaciones de investigación.

Los adelantos de las comunicaciones, en particular la radio y su cobertura, creaban las condiciones ideales para un proceso expansivo del sistema educativo. Particularmente existió una radio educativa que finalmente terminó retirándose la propuesta en el país, por razones que desconozco. Posteriormente llega la televisión. Para los interesados en la didáctica y la pedagogía se veía venir un escenario de un gran potencial, pero finalmente la capacitación, el grado de conocimiento y la calificación de las personas que pudieran emplearse para dicha producción, no fue posible que existieran en los espacios y las nóminas de las instituciones educativas. Finalmente terminaron en la empresa privada y la gran publicidad con grandes inversiones para promocionar el consumo que es más rentable económicamente.

El proceso tecnológico no ha terminado de hacer propuestas que puedan ser utilizadas en el ambiente educativo. Particularmente en la era digital y el mundo de la Internet provocaron un nuevo escenario que ha llegado a la cotidianidad de las personas, al mundo laboral y por ende al mundo educativo. Hay dos particularidades que valen la pena mencionar :la primera de ellas, como bien lo enuncian algunos expertos que clasifica las poblaciones entre nativos e inmigrantes, y la segunda, es que los nativos permanecerán en el ambiente del sistema educativo por un promedio entre 11 y 13 años consecutivos. Éste escenario es absolutamente nuevo en la historia de la humanidad y del sistema educativo en particular.

Esta coyuntura que se instaló de manera inmediata, viene poniéndose de manera caótica. Los conocimientos necesarios para su uso son apropiados con mayor facilidad por las nuevas generaciones y las posibilidades didácticas pedagógicas y de comunicación incluyen la tecnología de la radio la tecnología de la imagen y adicionalmente la posibilidad de almacenar distribuir, clasificar y seleccionar la información, que son herramientas básicas para la estructura del conocimiento. Este nuevo ambiente que se ha incrustado en las aulas escolares, se incorpora de manera selectiva con un sesgo económico y esto hace que exista una mayor presencia de estos componentes en la educación privada y en los estratos socio-económico de mayor capacidad adquisitiva. Obviamente esto no excluye los grandes esfuerzos económicos que el estado puede hacer para incorporarlas de manera institucional.

Es posible que existan algunos tratadistas que quieran debatir la diferencia que existe entre los nativos y los inmigrantes. En el ámbito de la escuela, no es un tema para discutir sino una realidad que abordar en términos de dos poblaciones claramente diferenciadas por saberes, habilidades en el uso de los instrumentos tecnológicos. Cada generación con una pretensión totalmente aleatoria y un entorno que apenas comienza a repensarse y que deberá encontrar propuestas y escenarios de aplicación y uso.

Resulta obvio que los roles se están y deberán ser transformados profundamente. Resulta urgente acortar la brecha de habilidades y destrezas en el conocimiento de los componentes tecnológicos para crear comunidades de aprendizaje en el proceso de ser un aprendiz y del desempeño profesional de los educadores del siglo XXI. De una parte, aprovechar la capacidad investigativa de las nuevas generaciones que tienen un claro interés de investigación y conocimiento en los instrumentos tecnológicos y de parte de la población inmigrante o adulta, reorientar su quehacer y su rutina para establecer nuevos tipos de relación, entre lo generacional y lo tecnológico, entre lo instructivo y lo pedagógico. Es prioritario saber recibir estas tecnologías, estudiar y aprender hacer traslaciones, adaptaciones y aplicaciones para crear, clasificar y diagnosticar una nueva actitud que permita diferenciar claramente el conjunto de actividades y procesos que están directamente relacionados con el aprendizaje y las actividades y procesos que están directamente relacionados con la enseñanza. Su alcance comienza en la primaria, la educación básica y media y debe trascender al ámbito familiar. Es urgente también la construcción de un nuevo arquetipo de desempeño hacia la competencia del dominio personal entendido éste en tres dimensiones:

El dominio personal entendido como la capacidad de autocontrol y gobierno; el dominio personal entendido como la capacidad de autogestión frente a la elección de las oportunidades que el entorno brinda y entendido el dominio personal como el alcance claramente establecido por las preferencias del acceso al conocimiento y al desempeño personal. Toma vigencia la escuela del E.M.T del enfoque sistema de Peter Senge. Toma vigencia el enfoque de Piaget y Simon Papert y las estructuras de aprendizaje. Toman vigencia las escuelas pragmáticas de aprender haciendo en procesos comunicativos y sociales y es necesario crear escenarios que permita la promoción, el desarrollo y el ejercicio del liderazgo personal. Esta nueva explosión de ambientes toma desprevenidos y por asalto los paradigmas de mando poder y autoridad vigentes y explícitos en algunas instituciones. Ellas enfrentarán cuestionamientos estructurales que no podrán evadir en el corto plazo.

Nunca antes en la historia de la humanidad existió tanta información para quienes quieren aprender. Nunca la historia de la humanidad desarrolló una ingeniería inversa del aprendizaje, donde los aprendices de las nuevas generaciones poseen mayores capacidades y habilidades en el acceso a la información.

Él escenario de analizar los grupos y las comunidades exige una disposición totalmente novedosa frente a los descubrimientos, en los cuales todo los que intervienen son aprendices. Es mi deseo que no se convierta este espacio en aprendices de brujo y en procesos anárquicos que intenten des construir la escolaridad. Los muchachos deben crecer juntos. También espero encontrar escenarios de cambio, aceptando el acceso al conocimiento como un acto de libertad y democracia.

Finalmente pienso que uno de las líneas de éxito está en la capacidad que tenga la institución educativa en ser lo suficientemente elástica para reconstruir los roles y los modelos de acceso a modelos éticos de vida, a modelos de colaboración con objetivos medibles y con la capacidad de leer las primeras intuiciones de la educación del futuro como bien lo esboza en Edgar Morán porque ha llegado el momento de reescribir la educación de nuevo.